El curso se acaba y hoy se nos ha marchado nuestra alegría americana.
Llegada de Texas, con apellido muy nuestro, y desde allá por septiembre hasta hoy mismo no ha habido ni un sólo día que haya dejado de regalarnos su sonrisa, su buen humor.
Ha disfrutado en clase, enseñando, ha repartido sensibilidad y poesía entre sus alumnos, nos ha llenado de música y olor a lentejas la sala de profes.
Se va encantada con nuestro aceite y nuestras tapas, se lleva aprendido el salmorejo y la tortilla de patatas y aunque llegó con el corazón encogido por el momento incierto que vivía entonces su pais, estamos convencidos de que aquí, con nosotros, ha sido feliz.
Sarah Alarcon te deseamos lo mejor en tu vida y que recuerdes que aquí, en este rinconcito de Andalucia has dejado un buen puñados de amigos, para cuando decidas regresar.
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